martes, 24 de junio de 2025

Cuidar la memoria de la humanidad no puede implicar sacrificar el equilibrio del planeta....

    El  28 de junio conmemoramos el Día Mundial del Árbol, este día es una oportunidad para recordar la importancia de preservar los bosques como pulmones del planeta.  Pero para quienes trabajamos en las bibliotecas, esta fecha interpela también nuestras prácticas profesionales, es una invitación para preguntarnos:  

¿Es posible preservar la memoria escrita sin poner en riesgo los ecosistemas que la sustentan?

    Según el informe Bosques del Patrimonio Mundial publicado por la UNESCO (2023), alrededor de 26 millones de toneladas de CO₂ se emiten anualmente debido a la pérdida de masa forestal en sitios que deberían estar protegidos. La deforestación avanza incluso en áreas declaradas Patrimonio Mundial, afectando no solo la biodiversidad sino también la estabilidad climática global. ¿Qué tiene que ver esto con nuestro trabajo en bibliotecas y archivos? Mucho más de lo que parece.

    Sabemos que la conservación documental suele implicar el uso intensivo de papel, cartón, maderas, adhesivos y productos químicos. Muchos de estos insumos provienen directa o indirectamente de la explotación forestal. Paradójicamente, mientras protegemos testimonios de épocas pasadas, podríamos estar colaborando con la degradación ambiental del presente. En este sentido, el bibliotecario conservador se enfrenta a un doble desafío: salvaguardar el patrimonio cultural sin contribuir al deterioro del patrimonio natural.

    Como profesionales de la conservación, debemos incorporar una mirada ambiental a nuestras decisiones técnicas y éticas. Elegir materiales de bajo impacto, priorizar insumos reciclados o certificados, reducir el uso de papel innecesario y optar por soportes digitales cuando sea posible son acciones concretas que pueden marcar una diferencia. También es fundamental revisar nuestras rutinas de descarte y restauración: ¿realmente todo necesita ser impreso, reencuadernado o reemplazado?

    Por otro lado, las bibliotecas como agentes sociales de cambio, pueden convertirse en espacios de educación ambiental. A través de talleres, charlas o simples recomendaciones, es posible promover buenas prácticas tanto en el uso del papel como en el cuidado de los documentos. Desde nuestra función mediadora, podemos generar conciencia sobre la relación entre cultura escrita y sostenibilidad. 

Y recuerda...


Cuidar la memoria de la humanidad 

no puede implicar sacrificar el equilibrio del planeta....



Referencias 


Carvalho Resende, T., Gibbs, D., Harris, N. y Osipova, E. (2023). Bosques del Patrimonio Mundial. Sumideros de carbono bajo presión. UNESCO, WRI, UICN. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000384269/PDF/384269spa.pdf.multi

Pené, M. y Bergaglio C. (2009). Recomendaciones básicas para la conservación de documentos y libros.Universidad Nacional de la Plata. https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.295/pm.295.pdf


martes, 1 de abril de 2025

Hablemos de Políticas y código ético...


    Tenemos que pensar en dos cuestiones principales cuando hablamos de  la conservación de documentos: los códigos de ética y las políticas de preservación. Preservar nuestra memoria colectiva no solo es un asunto técnico, que implique cuidar el material de la biblioteca, sino también un asunto de principios.

    Al hablar de ética  en el área de conservación y preservación, nos referimos a las pautas y orientaciones  que el conservador debe seguir, para que el cuidado del material se realice con el respeto y la responsabilidad requerido,  dentro de los puntos comunes de los códigos éticos  de la Asociación Española de Conservadores y Restauradores ACRE (España), el Instituto Americano para la Conservación de Obras Históricas y Artísticas AIC (Estados Unidos) y la Asociación Argentina de Conservadores y Restauradores ASACOR (Argentina)  se encuentra que la intervención realizada debe ser mínima y reversible cuando sea posible, hay que respetar la autenticidad del objeto y priorizar siempre la formación continua y el trabajo colaborativo que permita una mejor solución a los desafíos de la preservación.  

    El segundo elemento tiene que ver con las políticas que rigen la práctica del conservador. Te presento algunas leyes importantes a tener en cuenta.

    Preservar entonces, no es algo que se hace de manera aislada o improvisada: hay una planificación detrás, y un marco legal que respalda nuestra tarea.

    Ahora bien, me parece importante mencionar que existe un ideal de cómo realizar la tarea de preservar y conservar en nuestras bibliotecas, sin embargo, la realidad cotidiana en muchas bibliotecas y archivos nos muestra una realidad diferente. La falta de presupuesto, las condiciones edilicias, la escasez de materiales o personal capacitado son obstáculos que enfrentan muchas instituciones. De ahí la importancia de hacer visibles nuestras bibliotecas con sus múltiples beneficios y aportes a los lectores y la comunidad en general, pero también con todos los desafíos que se tienen en la actualidad.

    Como bibliotecarios estamos invitados a pensar cómo adaptarnos a cada contexto, con creatividad, compromiso y trabajo colaborativo. Porque a veces, hacer lo mejor posible también es una forma de cuidar el patrimonio.


Referencias

American Institute for Conservation of Historic and Artistic Works. (1994). Código de ética y normas de práctica (Trad. Asociación para la Conservación del Patrimonio Cultural de las América).https://www.culturalheritage.org/docs/default-source/resources/governance/organizational-documents/c%C3%B3digo-%C3%A9tica-en-espa%C3%B1ol.pdf?sfvrsn=76c7dfe8_20

Asociación ACRE. (2024). Código ético que rige la profesión del conservador-restaurador según E.C.C.O. ACRE. https://asociacion-acre.org/el-conservador-restaurador/codigo-etico-del-conservador-restaurador/

Dirección Nacional de Coordinación Bibliotecológica Biblioteca Nacional Mariano Moreno (2020) Política de Preservación de documentos físicos de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.https://www.bn.gov.ar/resources/bibliotecarios/333-2020%20Politica%20de%20Preservacion.pdf

Ley N.º 15.930. (1961, 23 de Noviembre).  Archivo General de la Nación. Argentina.

Ley N.º 23.820. (1990, 8 de Octubre).  Archivo General de la Nación. Argentina.